¿Es caro cuidarse y comer sano?

¿Qué es más caro, un kilo de plátanos o uno de cereales azucarados? Mientras que esta fruta se mueve en un precio alrededor de 1,30 euros por kilo, el mismo peso de unos cereales de marca blanca pueden valer hasta cuatro euros. La opción de desayuno o merienda más saludable, en este caso, es la más barata.

Aunque no siempre ocurre así, queremos romper el mito de que comer bien y, en general, cuidarse, es caro. Lo mismo pasa con el bienestar físico y mental, que no requieren dinero, sino tiempo. Llenar la cesta de la compra con productos frescos y de calidad no es más caro que hacerlo con comida procesada. De hecho, lo primero que hay que establecer es qué significa comer sano.

Productos de proximidad

Las redes sociales, el marketing y los medios de comunicación han contribuido a promover la ingesta de algunos alimentos que, aunque son saludables, son exóticos. Estamos hablando de productos como la quinoa y el aguacate, cuyo transporte encarece el alimento en su punto de venta. Pero las legumbres y las verduras de temporada también son superalimentos. Lo más importante es que se hayan cultivado bajo procedimientos ecológicos.

Los productos de proximidad y bio, por tanto, son igual de saludables. Otra ventaja que tiene consumirlos es que el impacto medioambiental de todo el proceso –desde que se produce, hasta que llega al consumidor final– es menor. Recomendamos una dieta equilibrada con base de huevos, legumbres, frutas, verduras y hortalizas. Otros productos económicos y sanos son la leche y los yogures. El pan y la pasta integrales también se venden a precios muy competitivos.

Si queremos incluir carne y pescado en nuestra dieta, no tenemos por qué aumentar excesivamente el presupuesto. El pollo es una de las carnes más saludables y baratas, así como el conejo. Aunque en la pescadería suelen subir los precios, comprar este producto congelado es una opción saludable, siempre que no se haya procesado. Las conservas también son una alternativa a tener en cuenta: las sardinas son baratas y sanas.

Ejercicio al aire libre

Pero la alimentación no es el único factor que influye en llevar una vida saludable y en mantener nuestro bienestar. El ejercicio físico es básico, y tampoco requiere destinar una parte destacada de tu presupuesto. De hecho, si decides hacer deporte al aire libre, te será gratis. Sal a caminar, a correr, haz una excursión, una ruta en bicicleta o una rutina de ejercicios en un parque. Los beneficios serán dobles: respirarás aire fresco a la vez que moverás tu cuerpo.    

Para alcanzar el equilibrio, la mente también debe estar sana. Prácticas como la meditación, el yoga y pequeños cambios de actitud en tu vida cotidiana harán que aumente tu bienestar a todos los niveles.

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