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El Yin Yoga o cómo rejuvenecer tus tejidos y articulaciones

El Yin Yoga o cómo rejuvenecer tus tejidos y articulaciones


Categorías : Sistema Músculo Esquelético , Sistema Nervioso , Sistema respiratorio

El yoga no es solo ejercicio. Los beneficios de esta actividad física van más allá: tienen un impacto en el bienestar general y en el estado mental en particular de quien lo practica. Existe una gran diversidad de tipos de yoga: desde el más físico, como el Hatha, el Ashtanga Vinyasa y el Bikram, hasta el que se centra en la respiración y la conciencia, como el Kundalini y el Iyengar. Hoy nos centraremos en la modalidad Yin Yoga, un estilo de Hatha pasivo. En contraposición al Yang (los músculos), que implica actividad, movimiento y calor, el Yin (huesos y tejido conjuntivo) se centra en la quietud, el descanso y la frescura. 

Su principal característica es que las posturas (denominadas ásanas en sánscrito) se mantienen durante un período largo de tiempo: mientras que los principiantes las aguantan entre 45 segundos y dos minutos, los más avanzados pueden permanecer en una misma ásana hasta unos ocho minutos. Esto se hace con la ayuda de varios soportes, como pueden ser mantas, cojines y bloques.

Beneficios del Yin Yoga para los tejidos conjuntivos

Sostener las posturas corporales durante un período largo de tiempo hace que los músculos estén en relajación. Esto permite trabajar los tejidos conjuntivos, también llamados conectivos: tendones, ligamentos, articulaciones, la fascia (tejido que envuelve todos los órganos del cuerpo) y el líquido sinovial (fluido viscoso de las articulaciones). Con la edad o el ejercicio físico intenso y continuado, todo ello se vuelve rígido, por lo que es importante estirarlo en profundidad y eliminar las tensiones acumuladas. Así, el Yin Yoga rejuvenece estos tejidos y ayuda a mantener en buen funcionamiento las articulaciones.

Las personas que padecen dolores de espalda y de cadera son las que más se pueden beneficiar de esta práctica de yoga, pero también está indicada para deportistas de élite o personas que están sometidas a actividades físicas intensas, ya que alivia las articulaciones, mejora la circulación de la sangre y, con el paso de las prácticas, aumenta la flexibilidad.

Relajación y meditación en el Yin Yoga

Pero el Yin Yoga, como las demás modalidades de este deporte, no se centra solo en el cuerpo, sino también en la mente. Mantener las ásanas varios minutos permite practicar la relajación. Esta es precisamente una de las mayores dificultades a la hora de empezar a practicar este tipo de yoga, ya que es complicado estar en el presente y mantener la respiración constante mientras se mantiene la postura. Así, uno de los objetivos es dedicar atención plena a la ásana del momento y prepararnos para la meditación.

El Yin Yoga ayuda a ganar paciencia y calma no solo durante las prácticas sino también en otros aspectos de la vida. En la sociedad de la inmediatez y la velocidad, no es fácil encontrar la manera de evadirte, mantener la relajación del cuerpo y la calma de la mente. Estar en el presente y no pensar en el pasado o en el futuro inmediato es otro reto que, al conseguirse en la práctica de yoga, puede extrapolarse al día a día.

Combínalo con otro tipo de yoga

Todas las variedades de yoga que tenemos a nuestra disposición permiten ir combinando varios tipos de prácticas. Para conseguir el equilibrio es importante intercalar activas con pasivas, lo que supone trabajar tanto la musculatura como los tejidos conjuntivos. Así, recomendamos practicar el Yin Yoga y combinarlo con otras tipologías más activas, como el Hatha y el Ashatanga Vinyasa.

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