En Dimefar recibimos con frecuencia preguntas sobre cómo gestionar mejor el estrés y cómo la nutrición puede acompañar este proceso. Aunque el estrés es una respuesta natural del organismo, cuando se mantiene elevado durante demasiado tiempo puede afectar al estado de ánimo, al descanso y al bienestar general. Uno de los protagonistas en este proceso es el cortisol, la conocida “hormona del estrés”.
¿Qué es el cortisol y por qué importa?
El cortisol es una hormona que segrega nuestro cuerpo de forma natural. Nos ayuda a despertarnos, a reaccionar frente a situaciones inesperadas y a regular procesos como el metabolismo o la inflamación. El problema surge cuando sus niveles permanecen altos durante mucho tiempo, algo habitual en épocas de estrés continuo, falta de descanso o una mala alimentación.
Síntomas frecuentes cuando el cortisol está desequilibrado:
- Mayor sensación de ansiedad o irritabilidad
- Problemas de descanso
- Fatiga persistente
- Dificultad para concentrarse
- Aumento del apetito o antojo por alimentos ricos en azúcar
La buena noticia es que la alimentación puede ayudar a modular estos niveles y favorecer un mayor equilibrio emocional.
Alimentos que ayudan a regular el cortisol
Carbohidratos complejos
Los hidratos de carbono de absorción lenta ayudan a estabilizar la glucosa en sangre, lo que puede contribuir a que el cortisol no fluctúe bruscamente.
Ejemplos:
- Avena
- Quinoa
- Pan y pasta integrales
- Boniato
Además, este tipo de alimentos favorece la producción de serotonina, relacionada con la calma y el bienestar.
Fuentes de omega-3
Los ácidos grasos omega-3 tienen un papel relevante en la salud emocional y en la respuesta al estrés. Su ingesta regular se ha asociado con una mejor modulación del cortisol.
Ejemplos:
- Pescados azules (salmón, sardina, caballa)
- Semillas de chía
- Nueces
Alimentos ricos en triptófano
El triptófano es un aminoácido esencial para producir serotonina y melatonina.
Ejemplos:
- Pavo
- Huevos
- Queso fresco
- Plátano
Frutas y verduras antioxidantes
Los antioxidantes ayudan a contrarrestar el impacto del estrés oxidativo, que suele aumentar cuando los niveles de cortisol están elevados.
Destacan:
- Arándanos
- Espinacas
- Brocoli
- Kiwi
- Zanahorias
Hidratación y regulación del cortisol
Puede parecer simple, pero una buena hidratación también influye en la respuesta del organismo al estrés. Incluso deshidrataciones leves pueden elevar temporalmente el cortisol.
El agua, las infusiones sin azúcar o el agua con limón son opciones excelentes para el día a día.
Ingredientes naturales que pueden apoyar el equilibrio del cortisol
Además de la alimentación, ciertos ingredientes naturales han sido tradicionalmente utilizados por sus posibles efectos adaptógenos. Los adaptógenos son sustancias que ayudan al cuerpo a “adaptarse” mejor al estrés. No sustituyen a ningún tratamiento médico, pero pueden ser un complemento interesante en determinadas situaciones. Siempre deben utilizarse bajo criterio de un profesional sanitario.
A continuación, exploramos algunos de los más estudiados:
Ashwagandha (Withania somnifera)
La ashwagandha es una de las plantas adaptógenas más conocidas. Se ha utilizado tradicionalmente para favorecer la calma mental, mejorar la resistencia al estrés y ayudar al descanso.
Beneficios asociados de manera general:
- Puede ayudar a la sensación de serenidad
- Contribuye a la gestión del estrés emocional
- Se está estudiando su papel en el equilibrio del cortisol
En personas que llevan ritmos exigentes o bajo tensión continua, la ashwagandha puede ser un apoyo natural interesante, siempre valorado por un profesional sanitario
Rhodiola rosea
La rhodiola destaca por su relación con la resistencia física y mental. Se utiliza históricamente en contextos que requieren concentración y energía estable.
Beneficios habituales atribuidos:
- Apoyo en la fatiga mental
- Mejora del estado de ánimo en situaciones de estrés ocasional
- Equilibrio del rendimiento cognitivo
Es especialmente apreciada por quienes buscan claridad mental sin sensación de activación excesiva.
Eleuterococo (Eleutherococcus senticosus)
También conocido como “ginseng siberiano”, es un adaptógeno que se ha utilizado para mejorar la resistencia global del organismo.
Efectos asociados:
- Apoyo al sistema inmunitario en épocas de estrés
- Favorece la sensación de vigor y equilibrio
- Ayuda al organismo a soportar mejor la carga emocional y física
Su enfoque es más orientado a la energía sostenible y a la adaptabilidad corporal.
¿Cómo combinar alimentación y adaptógenos?
Una estrategia equilibrada podría centrarse en:
- Base diaria: una alimentación rica en vegetales, proteínas de calidad, hidratos integrales y grasas saludables.
- Hábitos: buena hidratación, descanso adecuado y actividad física moderada.
- Complementación: valorar con un profesional de la salud si plantas adaptógenas como ashwagandha, rhodiola o eleuterococo encajan en tus necesidades.
Recordemos que estos ingredientes naturales no prescriben, no diagnostican y no sustituyen tratamientos médicos.
Conclusión
Reducir el cortisol a través de la alimentación es un enfoque realista y útil si se combina con hábitos saludables y, cuando procede, con el apoyo de ciertos adaptógenos naturales.
En Dimefar nos gusta ofrecer contenido que ayude a comprender mejor cómo nutrir el cuerpo y la mente de una forma completa, respetuosa y consciente.
Para cualquier cambio en tu rutina de bienestar, recuerda consultar siempre con tu profesional sanitario de confianza.
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