Nicotinamida, la vitamina que protege tu piel contra los rayos ultravioletas

Aunque el sol es un aliado imprescindible para el bienestar de las personas por sus aportaciones vitamínicas, también aumenta el riesgo de padecer enfermedades de la piel y envejecimiento cutáneo. Utilizar cremas fotoprotectoras antes de realizar actividades al aire libre, especialmente los meses de primavera y verano, cuando estamos más expuestos a la luz solar, es esencial para mantener nuestra epidermis en buenas condiciones, pero no es la única medida que podemos tomar. Actualmente existen ingredientes naturales para nutrir y proteger la piel por vía interna que podemos encontrar en complementos alimenticios y nutricosméticos.

En este sentido, la ingesta de complementos alimenticios basados en nicotinamida (vitamina B3) ha demostrado su eficiencia y seguridad a la hora de reducir la incidencia del cáncer de piel no melanoma en pacientes de alto riesgo, según el estudio de la Universidad de Sydney publicado en New England Journal of Medicine.

En este estudio se demostró que la ingesta de vitamina B3 reducía un 23% los casos de cáncer de piel, tanto el carcinoma de células basales como el carcinoma de células escamosas. Asimismo, las personas que fueron tratadas con nicotinamida durante el experimento sufrieron un 15% menos de casos de queratosis actínica (manchas solares precancerosas) que el grupo placebo.

La nicotinamida, que puede encontrarse en complementos alimenticios como el Belvisol de Dimefar, actúa reparando el ADN dañado por la luz ultravioleta, ya que evita el agotamiento del ATP, la molécula encargada de cargar de energía las células cutáneas. La explicación es sencilla: puesto que la formación de ATP depende de una coenzima llamada Nicotinamida Adenin Dinucleotido (NAD+), las aportaciones extra de nicotinamida proporcionan las dosis de energía que la piel necesita para contrarrestar los efectos adversos de la exposición a la luz solar. Además, la vitamina B3 combate la acción de los rayos solares contra la inmunidad antitumoral innata de las células.  

Prevalencia del cáncer de piel en España

La prevalencia del cáncer de piel en España es alarmante: cada año se diagnostican en torno a 4.000 casos de melanoma y 74.000 de cáncer cutáneo no melanoma, lo que representa casi el doble que hace solo tres décadas. Las causas que explican esta mayor incidencia de la enfermedad son, por un lado, los malos hábitos de exposición directa al sol y, por el otro, el aumento de la esperanza de vida, que comporta un envejecimiento de la población.

El cáncer de piel más común es el no melanoma, que se clasifica entre el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Mientras que el primer tipo de tumor afecta a la capa más profunda de la epidermis y suele darse en personas mayores de 40 años o jóvenes que se han expuesto al sol de forma extensa, el segundo tipo de cáncer es más agresivo y suele presentarse en las zonas más expuestas a la radiación UV, como cara, cuello, manos o brazos.

Para evitar estas enfermedades, los dermatólogos recomiendan evitar las horas con mayor incidencia solar, cubrir el cuerpo con camiseta, gorra y gafas de sol, revisarse regularmente las manchas y lunares y utilizar fotoprotectores, tanto orales como en forma de crema.