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Mitos y verdades de la gripe y el resfriado en los más pequeños

Mitos y verdades de la gripe y el resfriado en los más pequeños


Categorías : Sistema respiratorio

Con la vuelta al colegio y la llegada del otoño los procesos gripales y resfriados aumentan. Los causantes, en su gran mayoría, son virus. Se estima que están involucrados más de doscientos tipos distintos y los niños son los más vulnerables: sufren, según los pediatras, entre cuatro y ocho episodios gripales a lo largo del año durante sus diez primeros años. Aunque se trate de enfermedades muy estudiadas, siguen existiendo una serie de mitos y creencias a su alrededor que los padres y madres siguen con total convencimiento.

El frío provoca las gripes y catarros

Este es, sin lugar a dudas, el mito más extendido sobre los resfriados. Si bien es verdad que la mayoría de procesos gripales se multiplican en invierno, las bajas temperaturas no son la causa principal. La responsabilidad la tiene nuestro cambio de hábitos: los niños pasan más horas en lugares cerrados. Esta situación es un caldo de cultivo para los virus.

El problema que suponen los sitios cerrados para la propagación de los resfriados entre los más pequeños no solo es un contratiempo cuando están en el colegio. En invierno, las casas están menos ventiladas. No hay que olvidar que los virus del resfriado se propagan mayoritariamente por el aire. Además, las calefacciones domésticas muchas veces resecan las vías respiratorias, ayudando a la propagación de los organismos patógenos. 

La nariz como indicador clave

Muchos padres y madres usan la nariz de sus hijos como si se tratara de un termómetro infalible. Existe la creencia que si está fría es porque la criatura está acatarrada. Esto no es verdad, ya que cuando el cuerpo está expuesto a bajas temperaturas, tiene tendencia a retirar sangre de zonas que él considera prescindibles, como la nariz y las manos. El hecho de tener menos flujo sanguíneo sí que puede abrir una puerta de entrada para el virus. Así que, en parte, el contagio y las bajas temperaturas tienen relación.  

¿Influye estar bien de defensas?

Estar bajo de defensas es una causa que muchos relacionan con los resfriados. No hay ninguna base científica que relacione estar bien de defensas con no resfriarse. Obviamente, tener un buen estado de salud y seguir una dieta equilibrada pueden ayudarnos, pero los resfriados están igualmente a la vuelta de la esquina.

Aunque la gripe y los resfriados se propaguen con facilidad entre los niños, hay acciones que ayudan a prevenir y combatir los posibles síntomas. Siguiendo el sentido común, una buena higiene, un entorno ventilado y una buena alimentación son fundamentales, así como protegerse correctamente de las bajas temperaturas. Además, existen complementos alimenticios, como Propoldim Jarabe Kids, que tienen por objetivo ayudar a paliar los efectos de la gripe y el resfriado en los más pequeños. Este producto natural contribuye a preservar la salud de las vías respiratorias.    

Dimefar recomienda tomar Propoldim Jarabe Kids de forma responsable y tener en cuenta las instrucciones de uso que figuran en el envase del producto. Estas son las principales recomendaciones para el consumo del complemento alimenticio: 

  • Tomar dos cucharadas soperas en una o dos veces al día.
  • No administrar en niños menores de 3 años.
  • No superar la dosis diaria recomendada. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta
    equilibrada y variada o un estilo de vida saludable.

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