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5 técnicas de mindfulness para alcanzar la conciencia plena

5 técnicas de mindfulness para alcanzar la conciencia plena


Categorías : Sistema Nervioso

No es ninguna casualidad que la popularidad del mindfulness crezca de forma proporcional a una omnipresencia de las nuevas tecnologías que incluso deriva en episodios de dependencia y ansiedad.

La hiperconectividad en la que estamos sumidos influye, para bien o para mal, en nuestras relaciones personales, y nos mantiene sometidos a una infinidad de mensajes y de inputs que muchos califican de infoxicación.

Varios informes han puesto el foco en los efectos que tiene nuestro ritmo de vida y la dificultad para desconectar en la sensación de malestar que muchas veces nos asedia: el informe ‘Percepción y hábitos de la población española en torno al estrés’, de Cinfasalud, alerta de que el 53,3% de las personas sufre este estado mental de forma frecuente y, por consiguiente, están expuestas a enfermedades como la depresión y a problemas como la fatiga o los trastornos del sueño.

Otra tendencia alarmante es la pérdida de capacidad de concentración que estamos sufriendo, víctimas de la multitarea, la hiperactividad y el exceso de estímulos.

Esta dinámica se convierte en problemática cuando nos provoca ansiedad, cuando nos impide rendir en nuestros quehaceres diarios y cuando merma la relación que mantenemos con nuestros amigos, compañeros o familiares.

Cuando cualquiera de estos síntomas se hace presente, es momento de tomar medidas.

La hora del mindfulness

En el post de hoy, te invitamos a oxigenar tu mente a través del mindfulness.

No se trata de desconectarnos, sino de reconectarnos. A grandes rasgos, esta práctica de meditación se basa en concienciarnos de los procesos mentales que ocupan nuestro cerebro. No hay que olvidar que el control de la mente es uno de los caminos más seguros hacia la felicidad.

Además, lo bueno del mindfulness es que es una caja de herramientas que puedes llevarte a cualquier parte y abrirla en cualquier momento. No hace falta viajar a una isla paradisíaca para encontrarte a ti mismo; puedes hacerlo mientras te duchas y tomas consciencia de las gotas de agua que resbalan por tu espalda, o mientras caminas hacia el trabajo y recibes los olores que emanan de los distintos establecimientos por los que transcurres. Prestar atención a todos estos detalles te conecta con el aquí y el ahora. Te ayuda a focalizar tu mente. Te conecta, en definitiva, contigo mismo y tu entorno.

Sabemos que esta explicación puede pecar de abstracta o teórica. Por eso, te proponemos cinco técnicas sencillas que puedes practicar desde hoy mismo para relajar tu mente: 

  1. Hazte consciente de la respiración: no hay nada tan esencial, primario e inconsciente como la respiración. Quizás por eso la hemos relegado al olvido y hemos dejado de tenerla en cuenta, aunque la inspiración es la que lleva el oxígeno a las células de nuestro cuerpo y expulsa el dióxido de carbono. ¡Ha llegado la hora de devolverle a este proceso la importancia que se merece! Túmbate en la cama e inspira y expira profundamente con una mano en el vientre y otra en el pecho. Siente como tu interior se va llenando centímetro a centímetro cuando el aire entra en el cuerpo.
  2. Elige un sentido: para empezar, te proponemos que ejercites el sentido del oído. Cierra los ojos, mantente en silencio e identifica todos los sonidos que se producen a tu alrededor. Distingue si son suaves o fuertes, localiza su ubicación, capta su frecuencia y ritmo, decide si son agradables o desagradables, trata de visualizar qué objeto está produciendo las vibraciones sonoras. Deja que los sonidos pasen por tu interior. Experimenta. Siente todo lo que está sonando a tu alrededor y que hasta ahora te había pasado desapercibido.     
  3. Observa la vida cotidiana en alta resolución: piensa en todas las texturas, zumbidos, fragancias y temperaturas que emanan de cada pequeña acción que realizas en tu día a día. Desde la pasta de dientes que refresca tu lengua hasta el aroma del café que preparas cada mañana deben tener un espacio en tu consciencia, ya que son los ingredientes que enriquecen tu rutina. Imagina que tu atención es un catalejo que tú puedes enfocar y ampliar para examinar sus fragmentos más minúsculos. Vive en alta resolución.   
  4. Crea desde el instinto: el arte plástico es una forma mágica de conectar con los pequeños detalles para entrenar la conciencia plena. Lo puedes comprobar a través de la pintura. El color, las líneas, el efecto que produce el pincel al entrar en contacto con el lienzo, el olor del óleo, el trazo que coge forma cuando dejas que tu mente fluya sin tener en cuenta normas, proporciones o criterios estéticos... Creando de este modo, puedes aprender una lección maravillosa: cualquier actividad puede ser un  acto de descubrimiento si dejas que te sorprenda y te maraville.
  5. Entrena la conciencia plena mientras haces las tareas del hogar: limpiar los platos, barrer o sacar el polvo de los muebles puede ayudarte a liberar la mente si aprovechas estas labores aparentemente tediosas para empaparte de todas las nimias sensaciones que estas generan. Intenta que la mente no se diluya en pensamientos alejados del presente.   

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