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Hierro para combatir la fatiga y el cansancio

Hierro para combatir la fatiga y el cansancio


Categorías : Sistema Cardiovascular , Sistema Músculo Esquelético

El hierro es un mineral esencial para el funcionamiento de nuestro organismo, ya que contribuye a la formación de glóbulos rojos y homoglobina y, por lo tanto, al transporte de oxígeno por el cuerpo. Muchas funciones corporales dependen de este elemento que solo podemos obtener a través de la dieta y que podemos reforzar con aportaciones extra mediante complementos alimenticios. ¿Pero qué ocurre cuando se produce un déficit de este componente? 

La falta de hierro es el trastorno nutricional con mayor incidencia en el planeta. Detrás de este problema de salud están la baja ingesta de este mineral, una absorción inadecuada, etapas de rápido crecimiento y la pérdida de sangre en exceso.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 30% de la población mundial (unos 2.000 millones de personas) padecen anemia, y la causa principal es la carencia de hierro en una etapa avanzada. Estas cifras aún son más alarmantes en el caso de las mujeres embarazadas, que sufren esta patología en un 40% de los casos, y los niños.

Teniendo en cuenta el ritmo ajetreado que nos imponen las rutinas laborales y personales en la actualidad, los episodios de falta de hierro pueden convertirse en un verdadero lastre en nuestro día a día.

La sensación de agotamiento y fatiga es uno de los síntomas más evidentes de la falta de hierro. Con anemia, todo parece ponerse cuesta arriba: se resiente el rendimiento físico e intelectual, aumenta la sensibilidad al frío, se pierde el apetito, aumenta la caída de cabello y crece el riesgo a padecer enfermedades infecciosas por el mal funcionamiento del sistema inmunitario. También podemos sufrir dolores de cabeza, problemas de concentración, irritabilidad y taquicardias.

Estos efectos de la falta de hierro ponen en evidencia el papel esencial que tiene este mineral en nuestro cuerpo y nuestra energía para desempeñar satisfactoriamente las labores cotidianas. Por eso, es necesario que nuestra dieta sea rica en hierro.

Fuentes de hierro en la alimentación

El hierro que necesita nuestro organismo proviene de fuentes animales, con un alto nivel de absorción, y vegetales. Estos son algunos de los alimentos más ricos en hierro:

  •        Ternera, cerdo, cordero y sus productos derivados.
  •        Aves (pollo, pavo, codorniz y perdiz).
  •        Pescados y mariscos.
  •        Huevo.
  •        Legumbres.
  •        Verduras, especialmente de hoja verde, como acelgas, coles, espárragos o guisantes.
  •        Cereales.
  •        Frutos secos.

Aunque el organismo es capaz de compensar la carencia de hierro durante largos períodos de tiempo, es conveniente una ingesta regular de estos alimentos. Además, los complementos alimenticios basados en hierro pueden ser un aporte extra recomendable en niños en edad de crecimiento, gente mayor, deportistas sometidos a exigencias físicas elevadas, vegetarianos y personas que hacen dieta, así como mujeres durante la menstruación, el embarazo y la lactancia.

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